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Dosificación del ejercicio físico

 En el contexto del entrenamiento físico, la dosificación del ejercicio se refiere a la forma en que se controla el volumen y la intensidad de la actividad para lograr ciertos objetivos de entrenamiento, ya sea mejorar la fuerza, resistencia, hipertrofia muscular o cualquier otro aspecto de la condición física. Tanto el volumen como la intensidad son aspectos clave a considerar al diseñar un programa de entrenamiento efectivo.

Volumen de Ejercicio:

El volumen se refiere a la cantidad total de trabajo realizado en una sesión de entrenamiento, durante una semana o un período determinado. Se puede medir de varias maneras, como el número de series, repeticiones, distancia recorrida, tiempo de ejercicio o cualquier otra métrica específica del tipo de actividad. Un aumento gradual y controlado del volumen de ejercicio a lo largo del tiempo (conocido como progresión) es fundamental para mejorar la condición física y evitar lesiones por sobre-entrenamiento.

Intensidad del Ejercicio:

La intensidad se refiere al nivel de esfuerzo o carga aplicada durante el ejercicio. Puede medirse en términos de porcentaje de la carga máxima, frecuencia cardíaca, velocidad, tiempo bajo tensión, entre otros. La intensidad del ejercicio es un factor crucial que determina el tipo de adaptaciones fisiológicas que se producirán. Para lograr ciertos objetivos (por ejemplo, fuerza, resistencia, potencia), se deben ajustar los niveles de intensidad en consecuencia.

Algunos principios importantes a considerar al dosificar el ejercicio son:

Principio de Sobrecarga: Para mejorar, el cuerpo debe ser sometido a estímulos mayores que los que está acostumbrado. Aumentar gradualmente el volumen o la intensidad del entrenamiento es esencial para promover mejoras.

Principio de Individualidad: Cada persona responde de manera diferente al ejercicio. La dosificación debe adaptarse a las capacidades, objetivos y limitaciones individuales.

Principio de Especificidad: El entrenamiento debe estar diseñado para mejorar aspectos específicos del rendimiento que se desean desarrollar. Por ejemplo, un corredor se enfocaría en ejercicios de resistencia, mientras que un levantador de pesas se centraría en ejercicios de fuerza.

Periodización: Organizar el entrenamiento en diferentes fases (macrociclo, mesociclo, microciclo) para controlar y manipular el volumen e intensidad, permitiendo períodos de descanso y recuperación.

La dosificación efectiva del ejercicio implica un equilibrio cuidadoso entre el volumen y la intensidad, adaptado a las necesidades individuales y objetivos de entrenamiento, y teniendo en cuenta la progresión gradual y la recuperación adecuada.

Referencias

Zamora P. Jorge L. “Teoria, Metodología, Dosificación y Planeamiento del Condicionamiento Físico”, Edit. Ártemis Edinter, Guatemala, 2009.  


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