Introducción al Cinetismo: La Estética del Movimiento en el Arte
El desarrollo de esta corriente artística se atribuye en gran parte a artistas europeos y latinoamericanos, quienes buscaron romper con los esquemas tradicionales del arte estático. Según el crítico de arte Frank Popper (1993), el cinetismo no solo incorpora el movimiento en sus obras, sino que redefine el papel del espectador al requerir su interacción directa o indirecta, dando un carácter dinámico y efímero a la experiencia artística (Popper, 1993). El artista y teórico argentino Julio Le Parc es considerado uno de los pioneros del movimiento, especialmente por su enfoque en la participación y la ilusión óptica en el arte. Para Le Parc, la obra de arte debe superar el mero acto de contemplación pasiva y estimular una reacción en el observador, convirtiéndose en una herramienta de exploración perceptual (Longoni, 2015).
Historia y orígenes del arte cinético
El cinetismo se desarrolla en un contexto de posguerra donde la tecnología y la ciencia comienzan a influir en la vida cotidiana de manera cada vez más significativa. Inspirados por estos avances, los artistas de esta corriente exploran nuevas posibilidades de materiales y técnicas para introducir el movimiento en sus creaciones. En 1955, el curador francés Pontus Hultén organiza la exposición Le Mouvement en París, que se considera el punto de partida oficial del arte cinético y en la que participaron artistas destacados como Alexander Calder y Victor Vasarely. Esta exposición no solo reunión a los pioneros del movimiento, sino que también marcó un hito al redefinir los límites entre el arte y la tecnología (Couchot, 1988).
(Galería Denise René, 1955/1975)
El cinetismo encontró una fuerte resonancia en América Latina, donde artistas como Jesús Rafael Soto y Carlos Cruz-Diez adaptaron los principios del movimiento para explorar cuestiones de percepción y experiencia sensorial, creando obras que desafían la estabilidad y fomentan la participación activa del espectador. . Como señala Guy Brett (2007), el arte cinematográfico latinoamericano abordó el movimiento y la participación como elementos esenciales para liberar la percepción del espectador de los marcos rígidos de la modernidad, subvirtiendo así las convenciones artísticas de la época (Brett, 2007).
El arte cinético nos invita a redescubrir el concepto de movimiento como un elemento estético esencial, revolucionando la relación entre el arte y su espectador. Al fusionar la ciencia, la tecnología y la estética, el cinetismo permanece como una de las manifestaciones artísticas más dinámicas e interactivas del siglo XX, cuya influencia resuena hoy en el arte contemporáneo. Este enfoque en la percepción activa y la interacción entre obra y espectador hace del arte cinetico una corriente imprescindible en la historia del arte moderno.
El arte cinético de Theo Jansen: Esculturas que parecen vivas
Uno de los artistas más fascinantes en el campo del arte cinético es el holandés Theo Jansen, conocido por sus Strandbeesten o "animales de playa". Estas enormes estructuras móviles parecen criaturas de otro mundo: al verlas en acción, es fácil quedar boquiabierto, como si se trata de organismos vivos en lugar de obras de arte. Con materiales simples como tubos de PVC, cinta adhesiva, botellas de polietileno reciclado y piezas de madera recolectadas en la playa, Jansen construye esculturas que utilizan la energía del viento para moverse de manera autónoma (Jansen, 2021).
Theo Jansen nació en Scheveningen, Países Bajos, el 14 de marzo de 1948. Estudió física en la Universidad Técnica de Delft antes de decidir dedicarse al arte, y su obra se sitúa en la frontera entre la creación artística y la ingeniería. En lugar de contemplarse en silencio, sus esculturas cobran vida en la playa, moviéndose como si tuvieran un propósito propio, incluso almacenando energía eólica en forma de aire comprimido para continuar su marcha cuando el viento cesa (Moller, 2020).
Los Strandbeesten: Arte, ciencia y naturaleza
Las Strandbeesten son estructuras semejantes a esqueletos que, impulsadas por el viento, caminan lentamente a través de la arena. Inicialmente, Jansen se inspiró en la idea de crear criaturas que pudieran ayudar a evitar que las dunas costeras se erosionaran, pero con el tiempo su proyecto tomó una dirección mucho más artística. En la década de 1980, comenzó a diseñar estos "animales" de playa, experimentando con diversas configuraciones y mecánicas de movimiento. La primera de sus criaturas, Animaris vulgaris , consistía en una estructura básica de PVC que aún no era capaz de moverse. Sin embargo, con el tiempo, Jansen incorporó mecanismos de "alas" que capturaban el viento para mover las piernas de la escultura, logrando un caminar lateral que respondía a la dirección del viento (Fiero, 2018).
Con cada nueva generación, los Strandbeesten fueron "evolucionando", incorporando habilidades de supervivencia básicas. Por ejemplo, las versiones más recientes pueden detectar la presencia de agua, de modo que, al acercarse a la orilla, retroceden automáticamente para evitar sumergirse. A través de sensores mecánicos simples y sistemas de almacenamiento de aire comprimido, algunas de estas criaturas pueden incluso continuar moviéndose en ausencia de viento, utilizando "estómagos" hechos de botellas de PET que actúan como depósitos de energía. Esta tecnología rudimentaria de almacenamiento permite a los Strandbeesten mantener su autonomía y moverse con una gracia que resulta tanto arcaica como futurista (Jansen, 2017).
Arte y reciclaje: Un diseño ecológico
El enfoque de Jansen también tiene un componente de sostenibilidad. Los materiales que usa suelen ser reciclados, y el diseño de sus esculturas emplea energía eólica en lugar de motores. De esta manera, Jansen crea un "diseño ecológico" que combina ciencia y arte en armonía con la naturaleza. Las Strandbeesten nos enseñan que, al igual que la naturaleza, el arte puede tener un bajo impacto ambiental y, al mismo tiempo, evocar una poderosa reacción emocional en quienes lo observan. Este compromiso con el reciclaje y la energía renovable también ha posicionado su obra como una inspiración en el campo de las energías limpias y el aprovechamiento de recursos naturales en proyectos artísticos y científicos (Vine, 2019).
Mecanismo de locomoción
Una característica distintiva de estas creaciones es su mecanismo de locomoción terrestre: en lugar de utilizar ruedas, que no proporcionarían un buen agarre en la arena, emplearon un sistema de caminata más eficiente, generando un movimiento lateral similar al de un caracol (Bueno López, 2017)Figura: Transactions of the Canadian Society for Mechanical Engineering, Vol. 36, No. 4, 2012
Las obras de Jansen pueden compararse con los inventos mecánicos de Leonardo Da Vinci. Al igual que el gran inventor del Renacimiento, Jansen combina su conocimiento científico con su creatividad para dar vida a "nuevas formas de vida". En 2019, para el quinto centenario de la muerte de Da Vinci, el Museo de Ciencia y Tecnología de Milán exhibió las Strandbeesten como un homenaje a esta visión de fusionar arte y tecnología. Según Jansen, sus esculturas reflejan la importancia de entender la ciencia como un aliado en la creación artística, un enfoque que aún hoy ofrece infinitas posibilidades (Hartigan, 2020).
Las Strandbeesten de Theo Jansen son un testimonio de la maravilla de unir arte, ciencia y naturaleza en una única obra. En cada paso, estas criaturas nos recuerdan que la tecnología y la sostenibilidad pueden coexistir en un diálogo armonioso, y que el arte puede ser tan fascinante como cualquier forma de vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario